Lo que subió con la pandemia, bajará, y todo volverá al equilibrio. Y no hablo de las mascarillas, sino del número de clientes de las plataformas de streaming, que no deja de caer a nivel mundial. La inflación galopante también es otro factor a tener en cuenta, en las cifras de reducción de gasto en los hogares.
Netflix ha publicado unos datos preocupantes en Estados Unidos y dicen que lo peor está por llegar, estiman una caída de 2 millones de clientes en el próximo trimestre. En Reino Unido, los suscriptores se redujeron en 1,5 millones durante el primer trimestre del año y parece que es solo cuestión de tiempo que sea imitado por otros países europeos. En España la huída no ha hecho más que comenzar. El hecho de que Netflix haya subido los precios, o dificultado el compartir la cuenta, ha hecho “destrozos” en nuestro país, amante del chanchullo por excelencia.
Y habría un tercer factor, el exceso de oferta. La gente que estaba suscrita a 3 ó 4 plataforma diferentes, lease, Netflix, NBO, Amazon Prime, Disney+, Apple TV, Filming y demás; ha visto en las subidas de precio, y en el descenso de calidad, que hay llegado el momento de racionalizar, y disminuir el número de subscripciones. Ha renacido una guerra, que ya había empezado antes de la pandemia. Cada plataforma está luchando con armas diferentes: unas priorizan calidad y catálogo, otras están mejor posicionadas, porque están unidas a una plataforma de compra (Prime), y otras están pensando en incluir publicidad. Lo que está claro, es que quizás ha llegado el momento de los agregadores (Fusion de Telefónica), si saben aprovechar el momento y ofrecen opciones de precio competitivas.
