En estos momentos la privacidad está delicada de salud: entre apps de seguimiento de Covid y el documental top10 de Netflix The Social Dilemma. Recomiendo este último, es verdad que no cuenta nada que no sepamos, pero marca una diferencia oírselo a los propios creadores del sistema, a empleados de alto rango de las grandes compañías tecnológicas: Facebook, Google, YouTube, Twitter, Instagram y Pinterest.
¿Navegar en incognito?
No es la solución. Hay que tener en cuenta que lo único que evita el modo de incógnito es que el navegador recopile información de nuestra navegación. No guardará las páginas visitadas, nuestras contraseñas, datos como la caché, cookies, historial de navegación etc. Sin embargo, no puede evitar otros tipos de monitorizaciones en internet. Es, en definitiva, una manera de mejorar la privacidad, pero no es un método correcto de cara a proteger realmente nuestra identidad.
¿Entonces qué opciones tenemos?
Para empezar cambiar de navegador, DuckDuckGo, el buscador alternativo abanderado de la privacidad, ha anunciado que ha terminado un agosto récord con más de 2.000 millones de búsquedas, justo el doble de lo que registraba a principios del año pasado. A lo que se deben sumar otras cifras: 4 millones de instalaciones de aplicaciones y extensiones del motor de búsqueda y un total de 65 millones de usuarios activos estimados. Y dicen estimados porque «en realidad no lo saben… por temas de privacidad». 😉