Pues sí, ha sucedido, la semana pasada Elon Musk compró Twitter por 44.000 millones de dólares. Uniéndose al selecto grupo de jerarcas tecnológicos que básicamente dominan el mundo: Bill Gates (Microsoft), Jeff bezos (Amazon), Mark Zuckerberg (Facebook ahora Meta, Instagram y WhatsApp), Larry Ellison (Oracle), Larry Page y Sergey Brin (Google), Jack Ma (Alibaba). Y claro el hombre más rico del mundo, no podía ser menos.
Pero qué miedito da que un medio de comunicación, o quien dice una red social, esté dominado por una persona, que pueda definir qué y qué no se dice.
Twitter tiene una gran influencia en el discurso político, es la red política por excelencia, pero ¿hasta cuándo? ¿cuáles son los cambios que quiere hacer Musk?
En un momento que se quiere moderar los discursos de las redes, viene Elon y decide lo contrario, que hay que ser permisivos y escuchar la voz de todos.
El DSA, ley de servicios digitales de la Unión Europea, ya está lista, entrará en vigor a principios de 2024:
- Lo que se considera discurso ilegal en el mundo offline también se va a considerar ilegal en el mundo online.
- Obligará a las plataformas mayores de 45 millones de usuarios, a controlar los flujos de (des)información, ser más transparentes y limitar parte de la segmentación de anuncios.
Se acabo lo de «somos neutros y el contenido lo cuelgan los usuarios»: Las grandes tecnológicas van a tener la responsabilidad de los medios de comunicación tradicional.
Para contrastar te dejo el comunicado de Elon sobre la compra:
«La libertad de expresión es la base de una democracia que funcione, y Twitter es la plaza pública digital donde se debaten asuntos vitales para el futuro de la humanidad»
«También quiero que Twitter sea mejor que nunca mejorando el producto con nuevas funciones, haciendo que los algoritmos sean de código abierto para aumentar la confianza, derrotando a los bots de spam y autenticando a todos los humanos. Twitter tiene un enorme potencial; espero trabajar con la empresa». y la comunidad de usuarios para desbloquearlo.»
¿Democracia o populismo? Se verá…