Y hoy la “noticia” va sobre Spotify, un referente en todo lo relacionado con el audio, que está aprovechando un mercado de audio digital en auge para construir su independencia de los sellos musicales y, para construir una red de anuncios de audio digitales. Hoy nada de #cybermonday, último coletazo de la semanita que nos han dado con el cansino #blackfriday.
Spotify es una de las pocas compañías europeas que destacan en el ámbito de la tecnología y se la está jugando a la baza del podcast. La razón es que en el negocio de la música no tiene margen de negociación con las discográficas. En cambio los podcasts son contenido por el que Spotify no tiene que pagar.
En Europa Spotify consiguió que una gran mayoría de la sociedad abandonase el hábito de las descargas irregulares, para acostumbrarse a un modelo freemium en el que o bien escuchaban anuncios entre las canciones. Ahora mismo puedes encontrar 3,2 millones de podcasts en la plataforma, que han generado un crecimiento anual de los ingresos publicitarios de un 75%.
En Estados Unidos la situación es más complicada y competitiva. Spotify ha logrado convertirse en la primera plataforma en podcasting, con un 24% de usuarios que acuden a ella para escuchar a sus autores favoritos, frente a un 21% de Apple y un 18% de YouTube. Una ventaja importante teniendo en cuenta los fortísimos oponentes a los que se enfrenta, y que subraya la importancia de contar con un buen modelo de plataforma ya suficientemente ensayado.
Spotify ha conseguido romper la barrera de los 1.000 millones anuales de dólares en ingresos en publicidad, un cuarto de lo que consigue Twitter o Snapchat…