Bitcoin sigue fluctuando, desde los 20.000 dólares en diciembre del año pasado, pasando por los 6.000 dólares de hace un par de semanas a los actuales 8.000 dólares. Las razones no son claras, pero pueden estar afectados por los rumores de una regulación favorable en Estados Unidos, la prohibición de su uso por parte de países como India y Corea del Norte o según Paul Krugman que son como los billetes de 100$ que permiten realizar operaciones fraudulentas sin tener que llevar maletas llenas de cash 😉
Antonie Martin, director de estudio sobre dinero y pagos del Fed de Nueva York, cree que el futuro de las criptomonedas «dependerá de cómo compitan con otros métodos de pago ya establecidos: dinero efectivo, cheques, tarjetas de débito o PayPal». Las criptomonedas y la blockchain pueden resolver ciertos problemas de seguridad con los pagos digitales, sin embargo, en los países desarrollados estos problemas no son a día de hoy importantes: «Si viviésemos en un mundo distópico sin confianza, el bitcoin podría dominar los métodos de pago existentes. Pero en este mundo, donde la gente tiende a confiar en las instituciones financieras y los bancos centrales el futuro de las divisas digitales es complejo».
La cruda realidad es que si hubiéramos comprador bitcoins hace un año y los hubiéramos vendido antes de diciembre, hubiéramos ganado mucho dinero. Pero en este juego de burbujas, como en otras muchas anteriores que ha habido en la historia , los early birds son los que hacen dinero a consecuencia de una masa suficientemente importante que entra en la partida, esta ganancia genera un crecimiento de la masa de jugadores que se retro-autoalimenta. Y así hasta que la partida acaba de una manera abrupta con muchos perdedores. Como en todos los juegos de suerte o riesgo, lo importante es saberse bajar a tiempo…
PD. Thanks again to Gabor Lugosi for so much enlightenning