Ya estoy casi en modo vacaciones y no me quiero liar a hablar de Apple Pay y su entrada en Reino Unido o del nuevo formato en publicidad gracias a Apple Watch que son los temas sobre los que estaba leyendo. O sea, que os dejaré un post light y veraniego sobre un concepto nuevo: el athleisure, activewear o ir en pantalones de chándal a la oficina.
Cada vez somos más flexibles en cuanto a las normas de etiqueta, la ropa athleisure sirve para ir al gimnasio y para lo que se tenga que hacer después, ya sea ir a comer o una reunión en la oficina. Los millennials ven los vaqueros como el segundo outfit de la semana después de esta versión de ropa cómoda. Por esta razón las ventas de vaqueros están cayendo en picado y las de la ropa de deporte–casual están subiendo como la espuma. Ya sean marcas específicamente dedicadas a este tipo de vestimenta, como Lululemon o líneas deportivas de las grandes cadenas clásicas que también se han «apuntado a la moda»: Gap con Athleta, H&M con H&M Sport o Urban Outfitters con Without Walls y muchas más…
Os dejo, me voy al gym! 😉