Las mejores intenciones pueden corromperse cuando el dinero se interpone en el camino

La semana pasada salió la nueva versión del OpenAI, la GPT-4, para que nos suene más, es la tecnología detrás del ChatGPT. Por cierto, todo un éxito, ya que ha sido la herramienta que más rápido ha llegado a tener 1 millón de usuarios.

Hasta ahora ChatGPT era una ONG donde había colaboración y trasparencia, en aras de un software libre y colaborativo. Este statement, estaba incluido en sus estatutos fundacionales.

OpenAI is a non-profit artificial intelligence research company. Our goal is to advance digital intelligence in the way that is most likely to benefit humanity as a whole, unconstrained by a need to generate financial return. Since our research is free from financial obligations, we can better focus on a positive human impact.

Pero cómo cambia el mundo, con el resto de competidores mordiéndoles los talones, han decidido bajarse de sus convicciones, para algún día, eso sí, volverse a subir a ellas.

Van a dejar la trasparencia y la colaboración para ganar dineritos. Cuatro años después de su nacimiento, OpenAI se convierte en una empresa. Aunque limitan el beneficio de sus inversores y los beneficios sobre esta cantidad, irán a la ONG de la empresa. Un intento de contentar a ambas partes, accionistas e inversores, que probablemente no satisfaga a ninguno de ellos. Las mejores intenciones pueden corromperse cuando el dinero se interpone en el camino…

DALL·E 2023-03-19 10.52.40 - Las mejores intenciones pueden corromperse cuando el dinero se interpone en el camino

 

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