Hace tiempo que teníamos claro que Trump estaba fatal, cada una de sus acciones afianza el hecho de que no debería ocupar el cargo que ocupa. Es como un niño, cuando algo no le gusta, lanza una orden ejecutiva, que normalmente además es una cortina de humo.
Si ya es grave vanagloriarse de ser el país con mayor número de muertos por covid, ahora intenta generar dudas sobre los procesos electorales (voto por correo) en los Estados Unidos, con el único fin de intentar que su popularidad remonte o de justificar sus próximos resultados (⬇). Twitter se ha interpuesto en su camino, añadiendo un precioso comentario a su post indicando que puede ser contenido no verídico, con lo cual se ha ganado la correspondiente orden ejecutiva según él “para luchar la cesura online de unas pocas corporaciones tecnológicas, incluyendo las redes sociales” todo ello basándose en la sección 230. Básicamente lo que evita dicha cláusula es que las plataformas de internet puedan ser consideradas legalmente responsables (y, por tanto, demandables) por todos y cada uno de los comentarios y materiales publicados en las mismas. Lo que busca ahora Trump es explorar los límites de la ley, apoyándose en el hecho de que recurrir a la censura de contenidos pueda llevar a que una plataforma pueda dejar de ser considerada (ante los ojos de la ley) una red social para pasar a ser un medio de comunicación, lo que conllevaría perder la protección conferida por la Sección 230. En fin, trumpadas!
Lo que más me preocupa y me da qué pensar son los 134m likes y los 52,7m retuits!