En una escena de Lawrence de Arabia*, el héroe y su compañero están sentados sobre una duna de arena en el desierto cuando ven un punto negro en movimiento a lo lejos; al ser incapaces de discernir qué es, se esperan a que se acerque el objeto en movimiento. Poco a poco, el punto negro se convierte en un animal en movimiento, luego en un camello y finalmente en un camello con un hombre montado en él. Los han pillado totalmente desprevenidos: el hombre del camello saca un arma y mata al compañero de Lawrence. Su error fue esperar y ver cuál era la amenaza. Cualquier otra decisión hubiera sido mejor: huir, disparar al aire un tiro de advertencia, ponerse a cubierto…
De la misma manera, las empresas no pueden quedarse quietas esperando hasta que llegue el momento de innovar. No pueden esperar a estar listas ante competencia inesperada, cambios de comportamiento del consumidor, nuevas formas de organización, o nuevos usos de sus servicios o productos.
La investigación de mercados clásica no revelará estas amenazas, y aún en el hipotético caso de que lo hiciera, las soluciones estándar serán de poca ayuda. Design Thinking aporta una visión holística de la innovación.
En Design Thinking se trabaja con equipos multidisciplinares que siguen un proceso sistematizado: se basa en entender a consumidores, empleados y proveedores -> co-creación de soluciones con expertos -> creación de prototipos con el fin de comprender mejor sus necesidades. Un equipo de Design Thinking acabará generando nuevas soluciones que tienden a ser innovadoras y bastante inesperado.
En el Design Thinking el arte se combina con la ciencia y la tecnología para encontrar nuevas soluciones empresariales. Video, teatro, presentaciones visuales, metáforas y música se combinan con las estadísticas, hojas de cálculo y modelos de gestión para acercarse a los problemas de negocio más difíciles y fomentar la innovación. O sea, Trending Topic!
*Dedicado a Robbie