La semana pasada comenté que en mi próximo post hablaría sobre nuestra sociedad modo Dory, o la falta de memoria en nuestra sociedad estresada por la tecnología, y aquí estamos.
La memoria a corto plazo es muy importante como organizadora de información, nos da un plazo de aproximadamente 1’ para decidir qué hacemos con una información, la olvidamos, o la pasamos a la memoria a largo plazo. Pero si estamos estresados, o sobresaturados de impulsos, ¿qué pasa? Pues que no retenemos nada. Y en esto se ha convertido nuestro día a día, mucha información en pantallas a gran velocidad: esas redes sociales que deslizamos alegremente con nuestro dedo. Nos hemos convertido en seres incapaces de recordar el título de una película o el argumento de un libro. A efectos de la publicidad, me lleva a preguntarme si realmente aunque hablemos de impactos, hay efectividad??
Y como seres adaptables que somos, también nuestras mentes evolucionan, tenemos más recursos externos por lo que disminuye nuestra capacidad de almacenamiento interno; el hecho de usar agendas y recordatorios, hace que nuestra memoria deje de usarse. Seguro que también ha disminuido nuestra capacidad de orientación, comunicación y … cualquier capacidad ofrecida por una app….
Yo tengo que reconocer que el hecho de apoyarme en una agenda, o un app, me da tranquilidad y reduce mi estrés vital. Tendré que decidir qué quiero priorizar mi tranquilidad o mi memoria… Dura elección.