Siguiendo con mi post de la semana pasada donde hablaba de curación de contenidos, vemos un renacimiento de las newsletters en detrimento de las redes sociales. Hace 10 años parecía que las primeras habían muerto por el nacimiento de las segundas, pero durante este plazo las redes sociales han sufrido demasiada violencia, ataques de fake news, desorganización de la información, y su reinado de estos años parece que está decayendo.
Las newsletters nos llegan a nuestro buzón de una manera más personal, controlable y ordenado.
Además ha cambiado el objetivo de las newsletters, van más allá de hablarnos de ofertas y servicios, sino que distribuyen noticias, e incluso se monetizan con membresías. Por ejemplo portales como el New York Times ofrecen 70 tipos de newsletters diferentes, y El País, que está apostando por ese camino, ya va por los 40 boletines especializados. Los más exitosos son los morning briefs, para empezar el día bien informado, el NY Times cuenta con más de 17 millones de suscriptores a su morning brief. En este caso las newsletters sirven de apoyo a la estrategia de suscripción de pago a las noticias, como una herramienta más, cercana y accesible.
De hecho, acabo de inscribirme en la newsletter de las 7 de la mañana Charo Marcos Kloshletter y de probar al versión digital modo podcast, 6’ llenos de información.
¡Quizás ha llegado el momento del periodismo independiente también a este país!