La semana pasada técnicamente, Facebook y sus apps no se “cayeron”, de hecho, seguían siendo relativamente funcionales. Podíamos seguir repasando nuestro timeline de Facebook y de Instagram, y Whatsapp permitía enviar mensajes. La única diferencia es que los archivos multimedia, principalmente todas las imágenes, dejaron de cargar. Facebook se convirtió en un esqueleto de lo que era, con enormes huecos en nuestras publicaciones donde deberían ir nuestras imágenes. Compartir archivos por Whatsapp se volvió imposible. Y qué decir de Instagram, una red social basada precisamente en compartir imágenes.
Debido este fallo, no explicado por la empresa, aunque parece más bien un fallo humano, muchos usuarios no podían ver las imágenes de la red social y en su lugar, se veían las etiquetas que el contenido de la imagen. Estas etiquetas se podían ver de otras maneras, pero así, de una forma tan masiva, pocas veces.
Evidentemente estas redes sociales utilizan algoritmos de reconocimiento de patrones, pattern recognition, englobada dentro del maching learning. Las descripciones son de lo más curiosas: persona, gato, perro, barba, mujer contenta… parece muy básico, pero da ideas bastante claras de los gustos y preferencias de los usuarios. ¿Otra manera de afinar mejor la publicidad? Quizás…
Arrate Enes 