La Unión Europea presentó su reforma de la Ley de Copyright, una propuesta que podría terminar con el contenido de Internet tal y como lo conocemos actualmente. Uno de los puntos más polémicos de este texto es el Artículo 13, que aborda una cuestión controvertida ¿quién es responsable de salvaguardar los derechos de autor cuando se comparte contenido en un entorno digital, los creadores o las plataformas? Hasta ahora eran los creadores, pero la responsabilidad pasa ahora a las plataformas. Es decir, a servicios como Facebook, Twitter o Google pero también servicios como Wikipedia o GitHub tendrán que adoptar medidas y usar técnicas de reconocimiento de contenidos para bloquearlos directamente.
Hasta la fecha, y tomemos como ejemplo a Youtube, para que se diera la situación de borrar un vídeo, debía existir una denuncia del poseedor de los derechos, pero no se monitorizaba la subida de este tipo de contenidos. Con esta nueva ley las grandes plataformas deberán monitorizar el contenido a escala masiva y detectar posibles infracciones. Si además de los millones de vídeos que ya hay alojados en Youtube, le sumamos que cada minuto se suben 400 horas de vídeo, revisar todo este contenido de manera preventiva no es fácil por muy grande que seas y tengas recursos. Hasta ahora Youtube ya disponía de una herramienta denominada Content ID que analizaba todo el contenido que se subía a su plataforma, pero no era una herramienta del agrado de los creadores; con esta reforma de ley la Unión Europea se estaría formalizando su uso de una manera más exhaustiva y el bloqueo de todo el contenido que haya sido identificado como contenido protegido.
A la ley original le han salido ya ciertas enmiendas que han resuelto los temores principales. Pero el voto final tendrá lugar esta primavera. Si esta legislación se adopta en su totalidad, la responsabilidad legislativa pasará a los Estados miembros, quienes decidirán cómo se adaptará esta legislación en su país. Hasta entonces no sentiremos realmente el verdadero efecto del Artículo 13: ¿será un proceso apocalíptico donde desaparece Wikipedia o simplemente el primer paso hacia la regulación de un espacio que, hasta ahora, ha estado casi totalmente libre de restricciones?