Ya llevamos un par de días cambiando las contraseñas de acceso que coincidían con la que teníamos en Facebook, o quizás esta vez incluso hemos dado un paso más y hemos empezado a usar un gestor de contraseñas como LastPass o 1Password. Si eres de los que te preguntas el por qué, es que no has sido deslogeado de tu cuenta (90 millones de usuarios lo han sido) y todavía mejor, tampoco has oído hablar del último robo de información a más de 50 millones de usuarios de Facebook el pasado día 29 de septiembre. El breach es totalmente diferente al de escándalo Cambridge del que ya casi nos habíamos olvidado.
En la práctica, que la seguridad de Facebook haya sido vulnerada significa que existe la posibilidad de que alguien pueda hacer login en tu cuenta sin tu consentimiento y además el problema de Facebook no es que los delincuentes hayan tenido acceso a tu contraseña, sino a los access token, esos pequeños archivos que nuestros navegadores utilizan para mantenernos logeados en el sitio, y que son el equivalente a llaves digitales que hacen que no tengamos que introducir nuestra contraseña cada vez.
Todavía no se sabe qué querían o qué consiguieron los hackers. En teoría, podrían haber descargado grandes cantidades de información personal que una vez empaquetado, podría ser vendido en la dark web!