A partir del 1 de marzo tendremos nuevas condiciones de privacidad de Google. Se han unificado las condiciones de privacidad de sus servicios en una sola política (Google+, Youtube, Picassa, Blogger, Gmail, GoogleDocs, buscador Google…) para ofrecer una experiencia “google más intuitiva”. No hay opción, la única forma de evitarlo es dándose de baja. Si a esto añadimos la poca importancia que Facebook le da a la privacidad, parece que estamos cada vez más expuestos a que nuestra identidad o huella digital sea totalmente pública.
Mientras el modelo de contenido pagado por publicidad da lugar a flujos de datos en constante crecimiento por todo el mundo, la preocupación se enfocará en qué sucede con la información digital generada en el proceso.
Los consumidores afrontarán la posibilidad de tener que pagar para controlar la forma en que se comparten los datos sobre sus actividades on-line. Sus opciones serían:
– incluir el pago de aplicaciones que controlen la información sobre su identidad
– pagar para tener acceso a contenido que de otra forma sería gratis
– o simplemente desconectarse de las redes cuyo coste es el intercambio de información.
Desde un punto de vista comercial pero también legislativo, será clave la gestión de esa capacidad de utilizar la huella digital de un individuo para asignarle una puntuación comercial que se pueda utilizar para evaluar su permeabilidad a ciertos productos y servicios. Esto puede disminuir la confianza de los consumidores en las marcas que crean que han utilizado datos de manera que los consumidores no habían esperado o aprobado.
Ostras!!! Sorprendido me dejas!!!
qué parte? la de que acabemos pagando para que no nos controlen??? bueno, es un negocio…