Un último post… y nos vemos en septiembre…
WhatsApp ha empezado a incorporar publicidad en su app. De momento lo hace a través de los Estados (un formato menos intrusivo), pero es solo cuestión de tiempo que los anuncios lleguen al resto de la aplicación. Lo preocupante no es solo la publicidad en sí, sino lo que hay detrás: la recopilación masiva de datos. Meta (la empresa matriz de WhatsApp, Facebook e Instagram) tiene ya un perfil muy completo de cada uno de nosotros. Ahora, cruzando la información de todas sus plataformas, sabrá literalmente TODO. Todo lo que decimos, todo compartimos y hasta lo que intuimos en nuestros mensajes.
Es un buen momento para empezar a pensar en cambiar. No se necesita valentía ni conocimientos técnicos para hacerlo, solo sentido común. Si una herramienta se degrada lo suficiente, se sustituye. Así de simple. Cuando empecemos a notar que nuestro “buenos días” viene acompañado de un anuncio mal segmentado o, peor aún, con la sospecha de que cada palabra que escribimos queda registrada para alimentar el negocio publicitario, muchos decidirán irse.
Quizás entonces nos demos cuenta de que la mejor garantía para la privacidad no es confiar en las promesas de una megacorporación, sino actuar antes de que sea demasiado tarde. Ya hubo quienes casi lo hicieron hace años, por menos de una amenaza de cobro de un euro. Hacerlo ahora es lo más razonable. Yo ya he dado el paso: me acabo de instalar Signal. ¡Nos vemos allá!
Feliz verbena de San Juan, feliz solsticio de verano y felices vacaciones.

Durante 2019 WhatsApp estuvo de lo más ocupado introduciendo novedades en su aplicación, pero será este 2020 cuando se implante la más temida y que más puede afectar a nuestra vida cotidiana: la amenaza de la publicidad está al caer. Se habla del proyecto “Status Ads” que colará los anuncios primero en los estados, luego en las stories y finalmente en los chats. La pinta será similar a los anuncios en las stories de Instagram, una imagen que ocupa la pantalla entera y que dirige a la web del anunciante.


