En el blog de Carlos Molina he encontrado un manual de la CIA de 1944 ya desclasificado para ser un infiltrado y sabotear organizaciones. Y aunque es un tema que se aleja un poco de mi universo tecnológico quería darle una vuelta porque presenta características de lo más interesantes. Ahí va un resumen:
«Asegúrate de seguir siempre los canales oficiales y no permitas atajos para tomar decisiones rápidamente. Es importante que cada decisión sea la correcta: pregúntate si la acción está dentro de nuestra jurisdicción o si podría entrar en conflicto con las políticas superiores.
Habla con frecuencia y a fondo, compartiendo anécdotas y experiencias personales para ilustrar tus puntos. No dudes en mencionar detalles irrelevantes de vez en cuando.
Recuerda lo que se decidió en la última reunión y abre el debate sobre si esa decisión sigue siendo conveniente. Siempre que sea posible, deriva los asuntos a comités para un estudio y consideración adicionales. Trata de que estos comités sean grandes, con al menos cinco personas.
Sé detallista con la redacción de comunicaciones, actas y resoluciones. Aboga por la precaución y la razonabilidad, alentando a todos a evitar las prisas para no enfrentar situaciones incómodas o dificultades más adelante.
Y, por último, organiza conferencias cuando haya trabajo importante por hacer.»
Y hablando de saboteadores y otros personajes de la misma calaña, últimamente no paro de recibir mensajes de desconocidos de números extranjeros por WhatsApp ofreciendo trabajos maravillosamente pagados, además de bloquearlos, deberíamos denunciarlos para que cierren la cuenta. O sea, el timo del rey de un país africano que antes se hacía por mail, pero ahora mucho más intrusivo y peligroso, porque en este medio es mucho más fácil interactuar y no se sabe dónde podríamos acabar cayendo, pero seguro que en cualquier estafa o suplantación de identidad. Desconfía!

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