Algunas estarán en periodo de adaptación, que se supone que es la forma inteligente de ir ajustándose a los horarios de la vida “normal” tras la vuelta de las vacaciones. Otros, ya llevamos unos días adaptándonos y lo llevamos un poco mejor. Lo llaman síndrome post-vacacional, pero realmente no reúne las condiciones para ser calificado de síndrome. Además, en mi opinión, el teletrabajo ha suavizado en gran medida el impacto de la vuelta a la rutina.
Quizá sería interesante hacer un resumen de los acontecimientos tecnológicos más destacados de estos casi tres meses de parón, pero no acabaríamos nunca, porque la vida sobre todo en las grandes corporaciones ha seguido su ritmo habitual.
Quizás lo que me más me ha perturbado, que no sorprendido, de las noticias de estos gigantes, es que gigantes tecnológicos como Google están abogando por una reducción de la productividad para requerir el empleo presencial. Entre Mark y Elon nos están complicándonos a la vida a todos, por no decir otra palabra más malsonante…
La semana que viene ya entraremos en materia y nos pondremos a hacer propósitos para septiembre.
Arrate Enes 